Qué son las aftas bucales, cuáles son las causas y cómo tratarlas
Las aftas bucales (también conocidas como úlceras aftosas) son llagas dolorosas de forma redondeada u ovalada. Suelen tener un color blanco o amarillento y están rodeadas por un halo rojizo.
Pueden resultar muy molestas para el paciente, pero suelen ser de carácter benigno. En la mayoría de los casos no presentan complicaciones clínicas relevantes. Las aftas bucales pueden aparecer a cualquier edad y no son contagiosas.
¿Dónde aparecen las aftas bucales?
Estas úlceras bucales aparecen en la mucosa móvil. Las zonas de aparición más frecuentes son:
- El interior de las mejillas
- El interior de los labios y la lengua
- En la encía
- En el paladar blando
Habitualmente aparecen de manera unitaria, pero existe la estomatitis aftosa recurrente. Esta enfermedad provoca lesiones múltiples, normalmente no mayores de 3 milímetros, que pueden confluir dando lugar a la aparición de una úlcera grande y de bordes irregulares.
Causas de las aftas bucales
Las causas de las aftas orales suelen ser desconocidas. Sin embargo, en los casos de estomatitis aftosa recurrente o de aftas unitarias que aparecen de manera frecuente, puede existir asociación con alguno de los siguientes factores:
- Lesión previa
- Estrés o depresión
- Tabaquismo
- Carencia de ácido fólico
- Falta de cinc
- Déficit de hierro
- Déficit de vitamina B12
- Alergias alimentarias
- Cambios hormonales
Síntomas de las aftas bucales
Los principales síntomas son la aparición de una llaga blanca o amarillenta con borde eritematoso (enrojecimiento). El primer síntoma de una úlcera oral es un ardor u hormigueo previo a la aparición de la llaga. Cuando el paciente presenta aftas puntualmente, será difícil de diferenciar, pero para aquellas personas que sufren aftas de repetición es fácilmente identificable.
Además, el síntoma principal de las aftas bucales es el dolor que incluso puede llegar a limitar la masticación. En el caso de lesiones severas puede aparecer fiebre, ganglios inflamados y malestar general.
Cómo tratar las aftas bucales
El tratamiento específico no existe y la cicatrización suele ocurrir por sí misma en un periodo de tiempo máximo de 14 días, aunque habitualmente antes.
Hasta que la lesión haya cicatrizado, es recomendable evitar tomar alimentos con demasiados condimentos y aquellos con sabor ácido como los cítricos
Existen geles de venta en farmacias sin receta médica que ayudan a calmar las molestias y favorecen la cicatrización. Algunos geles llevan anestésico para reducir el dolor en los casos más severos y no limitar la función.
En el caso de pacientes inmunodeprimidos se aconseja pautar colutorio de clorhexidina para evitar la infección de las aftas y favorecer su cicatrización.
Ante un cuadro de mucho dolor o incapacitante, se recetará un antiinflamatorio que ayude a la mejoría y desaparición de las lesiones. Los antiinflamatorios de elección son: bencidamida, carbenoxolona, hidrocortisona, triamcinolona o dexametasona.
En aquellos casos en los que exista estomatitis aftosa recurrente o aftas unitarias de repetición, se debe valorar hacer una analítica que descarte déficits vitamínicos o alergias alimentarias.
Los pacientes no suelen acudir a la clínica dental a causa de un afta bucal, ya que estas lesiones se curan sin necesidad de intervención. No obstante, los odontólogos por su parte deben estar atentos a estos signos que ayuden a evaluar la salud oral de los pacientes.
Para ello, es necesario una formación continua en odontología para que el dentista sea capaz de identificar estos avisos. En Inspiria Dental, puedes encontrar cursos online de odontología de más de 12 especialidades.