Es un aparato removible de acrílico duro que se coloca sobre los dientes, normalmente del maxilar superior, aunque en ocasiones en la mandíbula si nos encontramos ante sobremordidas profundas, después de hacerla a medida para cada paciente y ayuda a evitar los daños irreversibles de la articulación temporomandibular (ATM) y los desgastes dentarios al conseguir con su ajuste un adecuado esquema oclusal.
Las características principales que debe cumplir una férula de descarga son las siguientes:
- Buscar un sólo contacto por diente al morder, siendo estos homogéneos.
- Conseguir disclusión canina tanto en lateralidad como enprotrusiva, de tal manera que solo los caninos contacten con la férula durante estos movimientos.
- La férula no debe tener huellas, si no ser completamente plana, para dar libertad de movimiento a la mandíbula.
- Tienen que ser de un material acrílico duro y rígido y con un grosor suficiente que permita su ajuste inicial y posteriores retoques, pero que aumente la dimensión vertical del paciente lo mínimo posible.
- Deben ser pasivas respecto al diente y permanecer en su posición sin que el paciente tenga que hacer ningún tipo de esfuerzo.
Siguiendo estas pautas de configuración de una férula de descarga, distintos estudios apoyan que pasados 21 días después de su uso se reduce la movilidad dentaria provocada por trauma oclusal y se reduce o desaparece el dolor en los músculos o la articulación.
Además, mejoran la posición del cóndilo dentro de la articulación y proporcionan de manera temporal una situación oclusal que permite a las articulaciones adoptar una posición más estable.