Los procedimientos mínimamente invasivos son el nuevo paradigma en el cuidado de la salud. Conseguir la mínima invasión en odontología sigue una filosofía que integra la prevención, remineralización e intervención. Esto es para la colocación y sustitución de restauraciones. El objetivo es producir el menor impacto para la boca del paciente.
La odontología mínimamente invasiva realiza su tratamiento utilizando el enfoque quirúrgico menos invasivo posible. Es decir, con la extracción de la mínima cantidad de tejidos sanos. A continuación vamos a revisar brevemente el concepto de intervención mínima en odontología.
La Odontología de Intervención Mínima (MID) tiene como objetivo la preservación de los tejidos. Preferiblemente previniendo la enfermedad e interceptando su progreso. Esto significa realizar el tratamiento con la menor pérdida de tejido posible. Por eso mismo, también expresa una escisión muy precisa de lo que hay que extraer, sin causar ningún daño al tejido adyacente.
Con las nuevas técnicas disponibles como la radiología digital con baja emisión de radiación, el láser de diagnóstico y el microscopio quirúrgico dental, podemos aspirar tanto a un diagnóstico precoz como a una terapia mínimamente invasiva. O como la ozonoterapia, la abrasión por aire, o la utilización de instrumentos rotativos para micropreparación y el láser.
Los inicios de la técnica para la mínima invasión en odontología
Las reglas de la odontología fueron inventadas a finales de 1800 por el Dr. G.V.Black, el padre de la odontología moderna. Entre sus reglas destaca el concepto de “extensión para la prevención”.
La idea era eliminar la posibilidad de caries en la superficie del diente ya afectado. Y en esta restauración, se llevaba por delante una cantidad sustancial de la estructura dental. Esta a menudo varias era veces más de lo que en realidad estaba afectada. Por lo tanto, muchos partes del diente y dientes sanos fueron destruidos en unos procesos invasivos en exceso.
El enfoque mínimamente invasivo en el tratamiento de la caries dental incorpora la ciencia dental de detectar, diagnosticar, interceptar y tratar la caries dental a nivel microscópico.
Este enfoque ha evolucionado desde una mayor comprensión del proceso de caries. También el desarrollo de materiales de restauración adhesivos y biomiméticos.
Con la odontología mínimamente invasiva, la caries dental se trata como una enfermedad infecciosa. Y no como un producto final de la misma. Ahora ya no se practica la radical “extensión para la prevención” sino que se ha cambiado a la “constricción con convicción”.
De esta forma, podemos restaurar problemas en la boca consiguiendo la mínima invasión en odontología.